Este blog está dirigido a aquellos que han asumido el reto de esta gran aventura que llamamos "Matrimonio". Esperamos llegar no solo a los matrimonios sino también a los novios que han decidido unir sus vidas o ya lo están pensando; para que a través de nuestras palabras decidan amarse "para toda la vida".

jueves, 8 de julio de 2010

La Convivencia fuera del Matrimonio

El matrimonio es una alianza entre un hombre y una mujer que deciden unirse por amor para toda la vida; pero hoy en día la convivencia fuera de éste se ha convertido en una de las opciones más fáciles para los jóvenes enamorados.

Con los amigos de nuestras hijas algunas veces hemos tocado este tema y siempre tienen argumentos con los que defienden esta posición como la mejor alternativa hoy en día. Uno de los argumentos más utilizados es: “Debemos convivir para conocernos mejor”, nos preguntamos, ¿hay un tiempo definido que nos permita decir que ya nos conocemos? ¿Llegamos a conocer por completo a la otra persona? Nosotros creemos que no, que el ser humano es un misterio que se va descubriendo día a día, y que seguramente nos irá sorprendiendo. Ese ingrediente es básico en el matrimonio, el ir descubriendo a la persona que amamos, a la que decidimos amar, con sus defectos y también con sus virtudes.

Otro de los argumentos utilizados es: “Para qué firmar papeles, para qué hacer juramentos si con nuestro amor basta” o “mejor probamos por un tiempo para saber si somos compatibles, si nos llevamos bien continuaremos juntos y si las cosas no funcionan, en el mejor de los casos nos diremos un adiós y un gracias por el tiempo compartido”. Pero si hay mucho amor entre ellos, entonces ¿por que el temor de firmar un compromiso o hacer un juramento ante Dios? Probar y probar como si fuéramos cosas desechables o como quien compra un artefacto o prenda de vestir, si no nos gusta, no funciona o consideramos que está “fallado” lo cambiamos y a seguir buscando, probando e intentando, sin asumir ningún tipo de compromiso.

Y esa es la palabra clave: COMPROMISO, más allá de decir que las firmas o juramentos no son importantes, lo que se quiere evitar son los compromisos y como consecuencia las responsabilidades. Anteriormente ya habíamos comentado que el matrimonio es una aventura, seguramente con sus riesgos, en donde nadie puede saber qué pasará mañana, pero sí podemos hacer cosas en el presente que construyan un buen futuro.

Otros optan por la convivencia por el gasto que implica un matrimonio; al respecto creemos que una iglesia, invitaciones, vestido, recuerdos, la fiesta y todo lo que está de moda, son solo el adorno, lo opcional; pero lo esencial es lo que se celebra que es el amor. No negamos que todos llevamos dentro la ilusión de una boda ideal, de ensueño; pero insistimos que es lo accesorio.

El matrimonio es más que firmas y un si dicho superficialmente frente al altar; es asumir con amor maduro nuestro compromiso con la persona a la que queremos unirnos para siempre, es entregarnos por entero y sin condiciones, es luchar por lo que se ama sin la salida facilista de que “si no funciona lo dejamos, total no hay nada que nos ate, simplemente un adiós y todo se acaba”.

No pretendemos afirmar que el matrimonio es sinónimo de éxito o seguridad, es quizá el mayor reto que podamos tener en nuestras vidas; pero depende de nuestra decisión y la madurez con que lo enfrentemos. Pero también queremos decirles que no todos estamos llamados al matrimonio; pero sobre esto hablaremos en un próximo post.

No hay comentarios:

Publicar un comentario