Este blog está dirigido a aquellos que han asumido el reto de esta gran aventura que llamamos "Matrimonio". Esperamos llegar no solo a los matrimonios sino también a los novios que han decidido unir sus vidas o ya lo están pensando; para que a través de nuestras palabras decidan amarse "para toda la vida".

miércoles, 30 de junio de 2010

Yo te Amo... Yo te Respeto

Nosotros creemos que amor y respeto siempre deben ir de la mano.

Cuando caminamos por la calle nos gusta observar a la gente que pasa por nuestro lado, especialmente a los jóvenes enamorados, y se muestran así porque casi siempre se les ve tomados de la mano. En muchas ocasiones no nos es difícil evitar escuchar lo que conversan, de por sí ellos no tienen cuidado de mantener sus conversaciones de manera discreta, a veces pareciera que desean que todos se enteren de lo que dicen. Pero lo que más nos llama la atención es el lenguaje grosero que algunos de ellos utilizan, lo curioso es que lo hablan con una naturalidad que no deja de sorprendernos. Cuando rememoramos nuestra época de juventud recordamos que era casi vergonzoso que un muchacho por ejemplo dijera una grosería delante de una chica, era caer en el ridículo más grande, era otra época definitivamente. Algunos dirán seguramente que vivimos otros tiempos, estamos de acuerdo, pero consideramos que el respeto de antes debe ser el mismo respeto de ahora.

¿Y a qué va todo esto? Pues creemos que el respeto entre dos personas que se aman hace más saludable ese amor. La experiencia nos dice, y es porque hemos sido testigos de muchos casos, que cuando en una pareja empieza a faltar el respeto, primero se comienza con el lenguaje grosero y luego muy fácilmente de las palabras se pasan a los hechos, al maltrato físico, a la violencia y cuanto más se avanza se pueden llegar a cosas mayores. Es sorprendente ver por ejemplo que en Lima, donde vivimos, cada año que pasa se incrementa el porcentaje de violencia matrimonial y actualmente los crímenes cometidos en contra de uno de los esposos son casi noticia de todos los días.

Muchas veces hemos visto en parejas de novios, en donde por parte de alguno de ellos había maltrato verbal y físico, que el tiempo nos ha dado la razón, pues dentro del matrimonio esta situación lejos de desaparecer se ha acrecentado con consecuencias irreparables, que por lo general terminan en terribles separaciones y divorcios. Alguna vez una novia nos decía de su pareja que la maltrataba, que estaba segura que con el matrimonio iba a cambiar, es más, alguna otra pensaba que teniendo un hijo su pareja empezaría a ser diferente. Grave error.

Nosotros siempre hemos recomendado a las parejas que mantienen una relación de maltratos, sean novios o esposos, que traten de ponerse en manos de profesionales que los puedan ayudar (psicólogos, consejeros matrimoniales, etc), ellos serán los indicados para aconsejarles, sugerir algún tratamiento o terapia, en fin, algo que los pueda ayudar a superar el problema o a reconocer que no son el uno para el otro o que no están preparados para afrontar la responsabilidad o el compromiso de un matrimonio.

Dejarse maltratar es también un grave problema, el permitirlo es una invitación a que ello vaya a mayores, callarlo no resuelve nada, muy por el contrario, nos exponemos a que las cosas se salgan fuera de control y no haya marcha atrás. Nadie merece ser maltratado ni lastimado, ante todo debe prevalecer el amor y el respeto por la persona humana que en este caso es nuestra pareja.

domingo, 20 de junio de 2010

Superando nuestras Diferencias

Cuando decidimos casarnos y lo comentamos con nuestros amigos, muchos de ellos nos preguntaron si lo habíamos pensado bien y si estábamos seguros de lo que hacíamos. Al preguntarles el porqué de tanto cuestionamiento, nos dijeron que era por que nos veían como el agua y el aceite, totalmente diferentes y como consecuencia, incompatibles.

En parte tenían razón en cuanto a que éramos diferentes; uno era muy callado y el otro más conversador, uno con gusto por el baile y el otro no tanto, amiguero uno y el otro no; en fin pocas coincidencias, pero mucho amor de por medio.

Pero a veces pareciera ser que el amor no alcanza para superar estas diferencias, en cambio nosotros creemos que si bien es cierto que las coincidencias nos unen, las diferencias nos retan. Y nosotros hicimos de nuestras diferencias un reto; es verdad que en algunos casos no nos ha sido muy fácil afrontarlas y superarlas, pero también hemos tenido grandes triunfos que nos han hecho olvidar nuestras derrotas.

[Cuckie:] Elard es bastante callado y yo muy parlanchina y esta diferencia a veces se me hacía terriblemente dura de sobrellevar, y más notoria cuando estábamos en una reunión de amigos y el no hablaba casi nada, en esos momento yo me sentía en la obligación de hablar por los dos y llenar los “supuestos vacíos” que se generaban durante la charla. Luego decidí tomarlo como un reto, busqué un momento de calidez entre los dos y abordé el tema con él y le dije como me sentía frente a ello. Por mi parte, decidí motivarlo en las reuniones empezando por hacerle preguntas abiertas, que no se limitaran a un si o un no como respuesta; también me di cuenta que no tenía por qué sentirme responsable y menos incómoda por lo mucho o poco que él pudiese hablar en una reunión. De igual forma cuando nos encontrábamos los dos solos no esperaba que él iniciara la conversación, sino era yo la que la comenzaba tocando un tema que a él le interesara y luego poco a poco iba abordando otros. Esto me resultó tan bueno que hasta ahora lo practico.

[Elard:] Siempre me gustó ser una persona muy organizada, trataba de tener todo en forma ordenada y en su lugar, en cambio para Cuckie no tenía mucha importancia si las cosas estaban en un sitio o en otro, lo importante era saber dónde encontrarlas cuando se necesitaban. Ese aparente desorden me causaba muchas incomodidades cuando al intentar ubicar algo en el lugar donde lo había dejado no lo encontraba porque Cuckie lo había puesto en otro sitio. Al abordar este tema Cuckie reconoció que muchas veces esto también le había traído complicaciones cuando necesitábamos algo, a veces no recordaba donde lo había puesto o guardado costándole mucho trabajo encontrarlo. Por mi parte reconocí también que por momentos yo era muy vehemente y tenía un sentido exagerado del orden; esto nos permitió tomar la decisión de ser menos exigente con el orden y Cuckie ser más organizada.

Con todos esto no pretendemos decir que para ser felices tenemos que ser iguales, lo importante es que frente a las diferencias debemos buscar el diálogo y encontrar un punto en común; tampoco es pretender que el otro sea o actúe como nosotros queremos, sino que por decisión personal, aquella “decisión de amar” de la que tanto mencionamos, cambiemos nuestras actitudes en beneficio del fortalecimiento de nuestra relación.

domingo, 13 de junio de 2010

La casa del Lago

Hace algunos días vimos una película que nos gusta mucho, se llama “The lake house” o en español “La casa del lago”, con Keanu Reeves y Sandra Bullock. Ya eran varias las veces que la habíamos visto y no pudimos resistir la tentación de una nueva repetición. Pese a que el argumento parece un poco complicado, en donde ambos protagonistas se comunican a través de mensajes dejados en un buzón viviendo cada uno tiempos diferentes (dos años de diferencia); la película que es un drama romántico y que está acompañada de una buena musicalización, siempre creó en nosotros un ambiente de romanticismo.

Quizá para muchos, sobre todo los varones, ésta como otras películas de corte romántico resulten muy cursis, pero al margen de cualquier argumento, simple o complicado, lo que consiguen es crear ese ambiente para que una pareja pueda disfrutar de un momento solo para ellos, donde se dejen de lado las cosas del trabajo, de casa, los problemas, las preocupaciones, etc. como ocurre con nosotros. Todo motivo es bueno para crear un momento de romance: mirar una película juntos, escuchar música, una cena especial, salir a caminar; momentos tan necesarios para que una relación siga fortaleciéndose. No siempre lo que hacemos de hecho nos ha tenido que gustar a ambos, muchas veces hemos visto una película que no ha sido del gusto de alguno de los dos, pero lo importante es el hecho de compartir esos momentos que nos unan y que nos permitan pasarla juntos. Al amor hay que alimentarlo; de lo contrario, como una flor, empieza a marchitarse poco a poco.

[Elard:] Hoy por ejemplo, Cuckie me pidió escuchar una canción que le gusta, “Kiss me” de Sixpence Non The Richer y mientras ella la cantaba me pidió que la bailáramos. Yo no soy de bailar, no me gusta mucho, pero a ella sí, y de la forma como me lo pidió, no pude negarme; y si bien es cierto fueron un par de minutos, realmente valió la pena, fue un momento para los dos.

Nosotros disfrutamos de todos esos detalles que nos ayudan a unirnos más, y por eso los compartimos con ustedes; no son solo teorías extraídas de un libro, son experiencias y situaciones que a nosotros nos funcionan y creemos que también pueden ayudarlos en su relación.

sábado, 12 de junio de 2010

El final de una Ilusión

En la etapa del enamoramiento es común descubrir luego de un tiempo que la otra persona no está “tan enamorado(a)” de uno aunque nosotros si lo estamos; es el momento de dar por finalizada la relación aunque en algunos casos resulte doloroso. Muchas veces uno de ellos comete el error de decidir amar por los dos o piensa que con el tiempo el otro va a cambiar; y es que el amor que sentimos por el otro es tan grande que creemos alcanza para los dos. Pero para una relación de pareja se necesitan dos y que esos dos se amen; quizá pueden tener diferentes “formas” de amar, con más o menos detalles, más o menos efusivos, más o menos expresivos; pero decididos a amarse con todo y en todo. Cuando no hay esa “decisión de amar” es difícil que una relación funcione.

También puede suceder que todo aquello que se creía sólido se derrumba y se termina, no siendo capaces de aceptarlo o de decírselo a la otra persona; es allí que uno decide vivir una mentira, aferrándose a lo que no existe, pese a esa vocecita en nuestro interior que nos repite una y otra vez que la relación no da para más; pero se niegan a aceptarlo. Hemos visto también que uno de los dos deseando terminar la relación no lo hace para evitar ser “el(la) malo(a) de la película” por lo que se empieza a argumentar con un “démonos un tiempo, un espacio” o “te quiero pero necesito pensar”, por que no tienen el coraje de ser honestos; esperando que el otro se aburra o se canse y sea este quien termine la relación. Otras veces puede ocurrir que uno de los dos se aprovecha del amor incondicional del otro al punto de manipularlo o utilizarlo para su propio beneficio (económico, social, etc).

Cuando nos enamoramos muchos creemos que el o ella “es el amor de mi vida” y nos ilusionamos y pensamos que lo alcanzamos todo; pero desafortunadamente no siempre es así y nos cuesta aceptarlo y sentimos que el mundo se nos derrumba, que no hay futuro o que no hay una luz al final del túnel. Sabemos que a nadie le gusta sufrir, pero es mejor terminar una relación ahora y no cuando de por medio hay un matrimonio, hijos, una familia. Para bien o para mal la vida continúa, no se detiene y en esos casos hay que darse el tiempo para entristecerse, para llorar un poco; y luego seguir caminando hasta que finalmente llegue a nuestras vidas el(la) compañero(a) que tanto esperábamos.

Queremos aclarar que es importante tener en cuenta todo esto en esta etapa del enamoramiento; para que el siguiente paso que es el matrimonio, sea dado con la seguridad y convicción de que la decisión tan importante que están tomando sea la correcta y sean capaces de amarse para siempre; aún cuando en estos tiempos de modernismo muchos opten por la convivencia; pero este es un tema que nos gustaría tocar más adelante en otro post.

jueves, 10 de junio de 2010

Cuando comienza el Amor

Una de nuestras intenciones a través de este blog es poder compartir también nuestras ideas y experiencia con los jóvenes que comienzan a sentir el bichito del amor, cuando encuentran a la persona que les gusta y de la que empiezan a enamorarse. Y es que es maravilloso cuando nos encontramos frente a esa persona, aquella a la que estábamos esperando, nuestro príncipe azul o nuestra princesa, aquella que ya existía en nuestros pensamientos y que empieza a ser una realidad; nos referimos a esa etapa tan especial en nuestras vidas que seguramente siempre recordaremos. Nuestras hijas están pasando por esos momentos, por lo que de una manera u otra nos sentimos involucrados y por ello queremos hacer algunas reflexiones.

En el caso de nuestras hijas, tratamos de acompañarlas en sus procesos. Nos alegramos cuando ellas se sienten alegres y nos preocupamos cuando ellas están tristes o con algún problema, siempre estamos pendientes y dispuestos a aconsejarlas; pero también somos concientes que nadie puede vivir las experiencias por otros y que cada quien tiene y debe tener su propio proceso de aprendizaje; porque finalmente eso es la vida, una escuela donde cada quién deberá vivir sus propias experiencias y aprender de ellas.

Creemos que cuando nos enamoramos, lo hacemos porque esa persona reúne todas aquellas características que nosotros habíamos imaginado o soñado y por lo tanto llena todas nuestras expectativas físicas, morales, sentimentales; es la ilusión lo que nos motiva, pero recordemos que ésta es efímera, pasajera; lo que finalmente perdura es el amor. Luego con el paso del tiempo y conforme nos vayamos conociendo mejor, iremos descubriendo quien es esa persona, sus defectos y virtudes, y a medida que eso ocurre iremos confirmando si realmente es la correcta para unir su vida a la nuestra, que nos complementamos totalmente, que somos capaces de dar nuestro “amor” en una entrega total, y si la otra persona también está dispuesta a amarnos sin medida.

martes, 1 de junio de 2010

Un tiempo para los Dos

Han pasado algo más de diez días desde que escribimos nuestro último post; no ha sido nuestra intención dejar pasar tanto tiempo en silencio.

[Elard:] Han sido días bastante complicados para mí, mucho trabajo y presión en la oficina, pocas horas de sueño, cansancio acumulado y como consecuencia de todo ello menos tiempo en casa y muchos silencios mientras permanecía en ella. Todo ello se hizo más evidente en dos fechas importantes, el día de la madre y el cumpleaños de Cuckie, en las que mis pensamientos más estaban en cómo salir adelante con mi trabajo que en lo especial de esos días. Frente a todo ello, trataba de no preocupar a Cuckie y evitaba mencionar cómo me sentía, buscando en todo momento hacerle ver que estaba pendiente de ella, cosa que difícilmente podía conseguir.

[Cuckie:] A veces me resulta muy difícil sobrellevar los silencios de Elard, por que hacen que me sienta fuera de su mundo. Y estos últimos días han sido de esa clase, conversaciones muy básicas, monosílabos y mucho cansancio, sin saber exactamente que era lo que pasaba por su cabeza. Se sumó a todo esto la llegada del día de la madre y mi cumpleaños que tanto me gusta celebrar con él y con nuestras hijas; traté de entender su preocupación y agotamiento, pero la verdad es que me sentí triste y algo molesta por lo que estaba ocurriendo. Finalmente una noche mientras íbamos en el auto le pregunté muy amorosamente qué pasaba y él después de insistirle un poco, me contó lo que le ocurría, y que su intención había sido no preocuparme. Conversamos mucho y reafirmamos que somos un equipo con un mismo objetivo y que estando juntos era más fácil superar cualquier dificultad.

Situaciones como esta se han presentado muchas veces a lo largo de nuestro matrimonio y seguramente al común de los matrimonios; son etapas que llegan y que pronto se van. En nuestro caso este pequeño temporal va pasando y nuevamente por casa todo va volviendo a la normalidad. Todo esto nos ha demostrado que nuestros 28 años de casados no nos dan la garantía de que lo sabemos todo o que somos un matrimonio perfecto, en donde ya nada nos puede afectar. También hemos podido confirmar una vez más que el silencio entre nosotros no nos ayuda, que no es una forma de protegernos; por el contrario nos aísla, da pie a las suposiciones y a que la imaginación vuele, desafortunadamente por caminos equivocados. El compartir cómo nos sentimos en situaciones de tensión o preocupación, nos ayuda a liberarnos de esas presiones que terminan aislándonos de quienes nos aman, como en el caso de nosotros de nuestra esposa o esposo.

Este blog, además de permitirnos compartir nuestras experiencias con ustedes, también nos ayuda, pues al releer cada uno de nuestros post nos motiva y nos carga de nueva energía para salir adelante.