En la etapa del enamoramiento es común descubrir luego de un tiempo que la otra persona no está “tan enamorado(a)” de uno aunque nosotros si lo estamos; es el momento de dar por finalizada la relación aunque en algunos casos resulte doloroso. Muchas veces uno de ellos comete el error de decidir amar por los dos o piensa que con el tiempo el otro va a cambiar; y es que el amor que sentimos por el otro es tan grande que creemos alcanza para los dos. Pero para una relación de pareja se necesitan dos y que esos dos se amen; quizá pueden tener diferentes “formas” de amar, con más o menos detalles, más o menos efusivos, más o menos expresivos; pero decididos a amarse con todo y en todo. Cuando no hay esa “decisión de amar” es difícil que una relación funcione.
También puede suceder que todo aquello que se creía sólido se derrumba y se termina, no siendo capaces de aceptarlo o de decírselo a la otra persona; es allí que uno decide vivir una mentira, aferrándose a lo que no existe, pese a esa vocecita en nuestro interior que nos repite una y otra vez que la relación no da para más; pero se niegan a aceptarlo. Hemos visto también que uno de los dos deseando terminar la relación no lo hace para evitar ser “el(la) malo(a) de la película” por lo que se empieza a argumentar con un “démonos un tiempo, un espacio” o “te quiero pero necesito pensar”, por que no tienen el coraje de ser honestos; esperando que el otro se aburra o se canse y sea este quien termine la relación. Otras veces puede ocurrir que uno de los dos se aprovecha del amor incondicional del otro al punto de manipularlo o utilizarlo para su propio beneficio (económico, social, etc).
Cuando nos enamoramos muchos creemos que el o ella “es el amor de mi vida” y nos ilusionamos y pensamos que lo alcanzamos todo; pero desafortunadamente no siempre es así y nos cuesta aceptarlo y sentimos que el mundo se nos derrumba, que no hay futuro o que no hay una luz al final del túnel. Sabemos que a nadie le gusta sufrir, pero es mejor terminar una relación ahora y no cuando de por medio hay un matrimonio, hijos, una familia. Para bien o para mal la vida continúa, no se detiene y en esos casos hay que darse el tiempo para entristecerse, para llorar un poco; y luego seguir caminando hasta que finalmente llegue a nuestras vidas el(la) compañero(a) que tanto esperábamos.
Queremos aclarar que es importante tener en cuenta todo esto en esta etapa del enamoramiento; para que el siguiente paso que es el matrimonio, sea dado con la seguridad y convicción de que la decisión tan importante que están tomando sea la correcta y sean capaces de amarse para siempre; aún cuando en estos tiempos de modernismo muchos opten por la convivencia; pero este es un tema que nos gustaría tocar más adelante en otro post.
No hay comentarios:
Publicar un comentario