Este blog está dirigido a aquellos que han asumido el reto de esta gran aventura que llamamos "Matrimonio". Esperamos llegar no solo a los matrimonios sino también a los novios que han decidido unir sus vidas o ya lo están pensando; para que a través de nuestras palabras decidan amarse "para toda la vida".

domingo, 13 de junio de 2010

La casa del Lago

Hace algunos días vimos una película que nos gusta mucho, se llama “The lake house” o en español “La casa del lago”, con Keanu Reeves y Sandra Bullock. Ya eran varias las veces que la habíamos visto y no pudimos resistir la tentación de una nueva repetición. Pese a que el argumento parece un poco complicado, en donde ambos protagonistas se comunican a través de mensajes dejados en un buzón viviendo cada uno tiempos diferentes (dos años de diferencia); la película que es un drama romántico y que está acompañada de una buena musicalización, siempre creó en nosotros un ambiente de romanticismo.

Quizá para muchos, sobre todo los varones, ésta como otras películas de corte romántico resulten muy cursis, pero al margen de cualquier argumento, simple o complicado, lo que consiguen es crear ese ambiente para que una pareja pueda disfrutar de un momento solo para ellos, donde se dejen de lado las cosas del trabajo, de casa, los problemas, las preocupaciones, etc. como ocurre con nosotros. Todo motivo es bueno para crear un momento de romance: mirar una película juntos, escuchar música, una cena especial, salir a caminar; momentos tan necesarios para que una relación siga fortaleciéndose. No siempre lo que hacemos de hecho nos ha tenido que gustar a ambos, muchas veces hemos visto una película que no ha sido del gusto de alguno de los dos, pero lo importante es el hecho de compartir esos momentos que nos unan y que nos permitan pasarla juntos. Al amor hay que alimentarlo; de lo contrario, como una flor, empieza a marchitarse poco a poco.

[Elard:] Hoy por ejemplo, Cuckie me pidió escuchar una canción que le gusta, “Kiss me” de Sixpence Non The Richer y mientras ella la cantaba me pidió que la bailáramos. Yo no soy de bailar, no me gusta mucho, pero a ella sí, y de la forma como me lo pidió, no pude negarme; y si bien es cierto fueron un par de minutos, realmente valió la pena, fue un momento para los dos.

Nosotros disfrutamos de todos esos detalles que nos ayudan a unirnos más, y por eso los compartimos con ustedes; no son solo teorías extraídas de un libro, son experiencias y situaciones que a nosotros nos funcionan y creemos que también pueden ayudarlos en su relación.

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