Este blog está dirigido a aquellos que han asumido el reto de esta gran aventura que llamamos "Matrimonio". Esperamos llegar no solo a los matrimonios sino también a los novios que han decidido unir sus vidas o ya lo están pensando; para que a través de nuestras palabras decidan amarse "para toda la vida".

viernes, 7 de mayo de 2010

Los hijos en el Matrimonio

Muchas veces al conversar con nuestros amigos sobre los hijos y su importancia en la relación matrimonial, quedaban sorprendidos al escucharnos decir que en el orden de prioridades la pareja está en primer lugar y luego en segundo lugar estaban los hijos. Pensaban que al hacer esta afirmación estábamos diciendo que ellos no eran importantes, que los estábamos dejando de lado o que estábamos olvidando nuestra responsabilidad de padres. Nada más alejado de la realidad.

A partir del nacimiento de nuestras hijas, ellas siempre ocuparon nuestra atención, dedicación y amor; aún ahora, 27 y 26 años después, ellas siguen siendo nuestro más valioso tesoro, como el primer día; pero ello no significó que nos dejáramos de lado y que nos olvidáramos de nosotros para centrarnos solo en ellas.

Estamos convencidos que los hijos son regalos prestados, son una responsabilidad asumida por la pareja desde el momento de su concepción hasta que ellos por propia decisión determinen alejarse del núcleo familiar, para iniciar sus propias vidas, independientes, de la misma forma como algún día lo hicimos nosotros. Es en ese momento que volvemos a estar como en el principio, los dos solos, uno frente al otro. ¿Y a quién encontramos? ¿a la persona de quién nos enamorados? o tal vez ¿a alguien a quien no reconocemos?; definitivamente quienes no estarán ya a nuestro lado son nuestros hijos. Hacer de ellos el eje o el centro de nuestras vidas creemos que es un grave error, pues dejamos a nuestro esposo o esposa relegados a un segundo plano y como consecuencia de ello olvidamos darnos el tiempo que necesitamos para hacer vida de pareja, para compartir juntos, para dialogar o simplemente estar el uno al lado del otro. Lamentablemente muchas veces no sabemos buscar el equilibrio y llegamos al extremo: los papás que dedican el cien por ciento de su tiempo a la crianza y educación de los hijos, olvidándose de sus roles de esposos; y si pretenden darse un tiempo para ellos, les asaltan sentimientos de culpa por creer que no están cumpliendo a cabalidad con su papel de padres.

Si bien es cierto que los hijos son nuestra responsabilidad y a quienes debemos darles cuidados, amor y educación de la mejor manera, no por ello podemos olvidarnos que somos un matrimonio y que necesitamos también un tiempo para nosotros. La relación matrimonial se construye día a día, toda una vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario