Este blog está dirigido a aquellos que han asumido el reto de esta gran aventura que llamamos "Matrimonio". Esperamos llegar no solo a los matrimonios sino también a los novios que han decidido unir sus vidas o ya lo están pensando; para que a través de nuestras palabras decidan amarse "para toda la vida".

sábado, 25 de junio de 2011

Las Cosas que nunca te Dije

Pareciera que el mundo de hoy va más de prisa que de costumbre, las horas tienen menos minutos, los días menos horas, etc. Vamos con prisas, no tenemos tiempo para nada y vivimos postergando un sin fin de cosas, repitiendo constantemente y casi sin darnos cuenta, frases como estas: Ahora no tengo tiempo, después lo haré, luego se lo digo, eso ya lo sabe para que repetirlo, otro día vamos, te prometo que dentro de poco lo haremos, el fin de semana salimos… Y así vamos dejando todo para después, hasta que nos cansamos de esperar o nos olvidamos de nuestras promesas, sin darnos cuenta que el tiempo que pasa no vuelve jamás, y que las oportunidades no son siempre las mismas.

[Cuckie] Recuerdo que cuando mi papa enfermó gravemente nos hicimos confidentes, pues todo lo relacionado a su enfermedad fue un secreto que solo nosotros conocíamos y compartíamos, es que amaba tanto a mi mamá que no quiso preocuparla ni causarle tristeza. Y en esas idas y venidas tuvimos oportunidad de conversar innumerables veces; recuerdo una de esas charlas que me marcó mucho, cuando me habló de su relación con mi mamá, me dijo que él se sentía satisfecho y feliz porque nunca se había limitado para hacer y decir cosas por y para ella; que se había equivocado muchas veces, pero también había sabido pedirle perdón, que todas las palabras lindas que existían se las había dicho; en fin, que trató de no dejar nada para después. Me decía que cuando uno termina su paso por esta vida no se lleva el trabajo de oficina, ni los noticieros o series en la tele, los artículos del periódico, los goles de un partido de football o los muebles que cuidas casi con obsesión; más bien me decía “te llevas y dejas el amor que entregaste y recibiste, las palabras que dijiste y que quedaron marcadas en tu corazón y en el de los otros, los momentos que compartiste, los te quiero, te amo, perdóname o te perdono. De eso y más se acordarán cuando me marche y yo me llevaré la satisfacción de haber hecho mi mejor esfuerzo por conseguirlo”. Frente a todo esto, hoy trato de seguir su ejemplo, pero es verdad también que muchas veces me dejo llevar por la loca vorágine del “no tengo tiempo, lo hare después”.

No dejemos para después el decir un te quiero, eres importante, estoy triste, te necesito, me gustas; ni posterguemos todo aquello que queremos hacer juntos, ir de vacaciones, ir al cine a ver esa película romántica o de acción que nos gusta, preparar aquel platillo que él o ella tanto disfruta; en fin, digamos y hagamos las cosas que nunca pudimos decirnos o hacer juntos. El hoy es importante y nunca vuelve, el pasado queda en el recuerdo y en el aprendizaje de las experiencias vividas, y el futuro tarde o temprano nos alcanzará por lo que no hay que preocuparse tanto por él. Vivamos con intensidad el hoy, pero no con esa intensidad que el mundo nos propone, dejando para después cosas que tal vez parezcan sin importancia. Aprovechemos el tiempo que tenemos juntos y disfrutémonos el uno del otro, ese es el mejor regalo que nos podamos entregar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario