
Al iniciar nuestra etapa de convivencia, nos encontramos por primera vez uno frente al otro, y nos descubrimos tal como somos. Si anteriormente por tratar de agradarnos, sacamos a relucir más nuestras virtudes que nuestros defectos, o tratamos de crearnos una imagen diferente a lo que realmente somos, en el matrimonio ya no es posible ocultar nuestra verdadera forma de ser, allí es donde empezamos a conocernos realmente. Es como si llegáramos al matrimonio cada uno con su equipaje, que somos nosotros mismos, tal vez para algunos una verdadera sorpresa, pues no sabemos si allí encontraremos a la persona de quien nos enamoramos y con quien nos casamos.
Al igual que nosotros, ustedes también llevaron al matrimonio su propio equipaje, quizá en algunos era muy voluminoso y pesaba demasiado, en cambio para otros tal vez no lo era tanto. Queremos invitarlos para que por algunos momentos revisen cual fue el equipaje que llevaron a su matrimonio y cual es el que tienen ahora. ¡Vale la pena arriesgarse!
No hay comentarios:
Publicar un comentario